domingo, 19 de abril de 2015

Lito Vitale - Sobre Riesgos y Memorias (1992)



Lito Vitale es un artista impresionante. Cuando se encuentra en uno de esos momentos de inspiración máxima que, a veces, se dan en determinados artistas, es capaz de componer e interpretar verdaderas maravillas. Esto tiene un lado menos gratificante y es que al argentino es también un músico irregular capaz de publicar en el mismo año trabajos superlativos y obras menores. Incluso en una etapa como la de los años 1990-1992, para muchos su momento más brillante, en especial con el cuarteto, publicó trabajos muy inferiores.

Hoy hablaremos de uno de esos discos que ejemplifica al máximo lo que decimos porque combina en un mismo soporte alguna de las mayores virtudes del músico con piezas mucho menos afortunadas. El disco está grabado por Lito en solitario y tiene dos partes muy diferenciadas como indica el propio título. La primera es la música compuesta por Lito para la serie de televisión “Zona de Riesgo” y la segunda un recorrido por varias de las músicas que componen la “educación sentimental” de Vitale a lo largo de su vida, una selección, quizá demasiado heterogénea que termina por ser la parte más irregular de todo el disco. La faceta de compositor para teatro y televisión de Lito es menos conocida que su versión como músico “puro” y, en general, no alcanza niveles tan altos de inspiración pero la obra que aquí se recoge es una de las más claras excepciones. En la otra mitad del disco encontramos un poco de todo, desde clásicos del rock argentino, del tango o del folclore a melodías ya inmortales de la tradición de Sudamérica o clásicos de los Beatles.



ZONA DE RIESGO

“Parte Uno” - Abre el disco una pieza contundente en la linea de las composiciones de Lito para su cuarteto de aquellos años. El problema es el mismo que aqueja a otros trabajos del músico en solitario: los sonidos electrónicos no consiguen suplantar con éxito a los instrumentos reales, especialmente en la melodía central de violín (aunque también ocurre con la batería). Cuando son las flautas las protagonistas, este problema desaparece al ser ese un sonido ya integrado en el Lito Vitale del Cuarteto. Una gran composición en todo caso, que merecería una versión revisada.



“Parte Dos” - La segunda parte continúa la senda iniciada en algunos fragmentos de la “suite” “Viento Sur” o del ballet “Kuarahy”, con percusiones de corte tribal y sonidos orquestales sintéticos. Es una pieza en la que parece muy clara la relación con algún tipo de soporte visual ya que parece tener una mera función de acompañamiento en sus primeros momentos. Más tarde toma las riendas el piano y el tema remonta el vuelo hasta acercarse al sonido clásico de Lito, en el que las melodías van construyéndose de forma progresiva y creciendo a cada compás.

“Parte Tres” - La influencia de Piazzolla y de su obra aparece aquí en forma de bandoneón (sintético) en una magnífica introducción en la que Vitale demuestra que sabe asimilar a la perfección todo tipo de estilos y géneros y hacerlos suyos con naturalidad. Un interludio con un recitado en francés da paso a la parte final de la pieza, un “in crescendo” vibrante que culmina en un texto en castellano, probablemente extraído de la serie televisiva, previo a ese final de acordeón salpicado de “samples” rítmicos que nos vuelve a remitir a Piazzolla.

EL PUENTE DE LA MEMORIA

“Adios Nonino” - Piazzolla es, evidentemente, una referencia fundamental y quizá su composición más representativa es esta que aquí afronta Vitale en la primera de las versiones de la segunda parte del disco. La introducción la afronta con un sonido electrónico cercano al piano que da un resultado muy interesante. Cuando llegamos al “grueso” del tema, tan cercano en estructura, por otra parte, al clásico de Vitale “Ese Amigo del Alma”, nuestro teclista se lleva la composición a su terreno. El reto de hacer una versión de un tema inmortal como este es mayúsculo, más aún cuando el propio Piazzolla realizó varias con resultados que van desde lo sublime a lo convencional y Vitale obtiene una gran nota en su intento.

“El Otro Cambio” - De Piazzolla pasamos a uno de los grandes clásicos del rock argentino: Litto Nebbia y esta balada aparecida en el disco de 1973, “Muerte en la Catedral”. Es complicado hacer buenas versiones instrumentales de canciones en las que el texto tiene un peso fundamental y por ahí encontramos el gran punto débil de éste y de otros cortes del disco. Tiene el mérito Vitale, eso sí, de conseguir un tema que respeta el original pero que tiene todo su estilo de modo que el oyente que no conozca la canción de Nebbia, bien podría pensar que está escuchando un tema propio de Vitale.

“La Arenosa” - Llegamos ahora a Gustavo “Cuchi” Leguizamón, uno de los más grandes folcloristas argentinos y una de sus canciones más recordadas. Sin la letra de Manuel J. Castilla, Vitale opta por un acercamiento enérgico, muy similar al de la primera parte de “Zona de Riesgo” pero inclinándose hacia el jazz en muchos momentos. Una magnífica ejecución que muestra las grandes cualidades de Lito a los teclados.

“Los Debutantes” - Uno de los temas más sorprendentes del disco es esta canción de 1970 de Joan Manuel Serrat. Es una adaptación muy complicada porque en el original, al margen de la particular voz y forma de cantar de Serrat, el acompañamiento principal es orquestal. Vitale escoge una serie de sonidos electrónicos próximos en tímbrica al piano pero demasiado manidos, especialmente por su utilización por parte de músicos “new age” en aquellos años. Aunque la versión no está mal, el sonido no le hace ningún bien.

“Malevaje” - El tango clásico aparece en el disco con uno de sus grandes “himnos”, obra de Juan de Dios Filiberto con letra de uno de los grandes, Enrique Santos Discépolo, que aquí no podemos disfrutar al ser una versión instrumental. La canción de 1928 ha conocido decenas de versiones y mucho nos tememos que la de Vitale no será de las más recordadas a pesar de la gran vitalidad de su interpretación. El lastre de la falta del texto es demasiado grande para salir airoso en este caso.

“Michelle” - Llega el turno de los Beatles y una de las canciones más conocidas de su disco “Rubber Soul”. Quizá sea el gran fiasco del disco ya que Vitale escoge un tratamiento completamente electrónico, casi en clave de “ambient” que se acerca más a los discos de meditación y relajación que encontramos en las tiendas de productos naturales que cualquiera de las versiones restantes del disco. No entendemos muy bien la elección de la canción ni mucho menos del enfoque.

“El Cóndor Pasa” - Algo similar ocurre con el siguiente tema del disco, una melodía tan conocida que el sólo hecho de reinterpretarla conlleva un gran riesgo de fracaso. Prácticamente lo mismo que hemos dicho de “Michelle” puede aplicarse aquí. A pesar de la poderosa introducción, que nos hace concebir esperanzas de escuchar una buena versión, lo trillado de la pieza acaba por dar paso al aburrimiento pese a los esfuerzos de Vitale por salir del paso, es misión imposible.

“Grisel” - Cierra el trabajo una versión del tango de 1942 de Mariano Mores y José María Contursi titulado “Gricel” (aunque en el disco de Lito aparece con “s”). Vitale lo convierte en una lenta balada jazzística que guarda poca relación con el original pero que funciona perfectamente como despedida del trabajo.


A pesar de contener varios “patinazos” importantes y siempre en nuestra opinión, “Sobre Riesgos y Memorias” tiene momentos interesantes que podrían haber sido brillantísimos si en lugar de en solitario, Vitale los hubiese afrontado con el cuarteto. Toda nuestra admiración hacia el multi-instrumentista argentino hace que no dudemos en recomendar el disco aún no siendo uno de nuestros preferidos en su discografía.

Como despedida os dejamos esta versión en vivo de "El Cóndor Pasa" en la que Vitale se acompaña de Juan Carlos Baglietto.

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